(ding- dong)
De nuevo pulsó el timbre de la puerta.
Esta se abrió con cierta pereza por parte del dueño de la casa.
– Hola, señor. Me presento. Soy Douglas Niceman. Vengo a visitarle para hacerle un pequeña encuesta sobre sus gustos literarios.
– No siga. Viene a venderme libros.
– Ciertamente, tras ver sus gustos preferenciales tras la breve entrevista…
– … intentará engatusarme una de sus plomizas enciclopedias.
– Reconozco que soy agente de ventas a domicilio. De la editorial “Fairburks Big Books”.
– Fascinante.
” Señor Niceman, puede pasar. Vivo solo y compartir parte de la tarde charlando con usted me resultará de lo más entretenido. Eso si, le aseguro que no pienso entusiasmarme por ninguno de sus mamotretos indigestos.
– Nunca se sabe. Llevo unos catálogos muy atractivos que pueden interesarle.
– Pase, pase. Como si estuviese en su propia casa.
– Gracias.
El dueño de la vivienda lo estuvo precediendo por un largo pasillo, hasta llegar a una estancia que era la sala de estar.
Nada más encender la luz, Douglas Niceman se quedó horrorizado.
– Bueno, en eso radica parte de mi interés cuando recibo la visita de un vendedor de enciclopedias – le quiso aclarar el anfitrión.
” Realmente lo que colecciono son retratos. Cuelgo el cuerpo y le pongo un marco. Y ya tengo el cuadro, je, je.
Cuando Douglas se volvía, la cabeza de un enorme martillo percutió contra su cabeza con exquisita violencia, sumiéndole en la monotonía de la muerte.
Mes: abril 2011
El brevísimo cuento de terror ilustrado de Harry y su muñequito de peluche.
La terrible y verídica muerte de Alain de Monéys. (Con ilustraciones originales de Escritos de Pesadilla).
En esta ocasión, en Escritos vamos a abordar un suceso terrible que ocurrió de verdad en la pequeña población francesa de Hautefaye. Se trata de la muerte sin sentido de Alain de Monéys.
Primero situemos el momento histórico en que sucedió tal hecho demencial.
Es el 16 de Agosto de 1870. En Francia reinaba Carlos Luis Napoleón Bonaparte, Napoleón III, el segundo Emperador del país vecino. Era sobrino de Napoleón I.
En dicho período del siglo XIX, Francia estaba en plena guerra con Prusia, y la derrota era ya inminente. A las pocas semanas, el Emperador sería capturado por el enemigo en la Batalla de Sedan (2 de septiembre) y depuesto por las fuerzas de la Tercera República en París dos días más tarde de la capitulación.
Poco antes de la derrota del ejército francés contra el prusiano, en la localidad rural de Hautefaye, ubicado en el departamento de la Dordoña de la región de la Aquitania, tenía lugar una feria de ganado. Normalmente, el pueblo en si era muy pequeño, de menos de 75 habitantes, pero con la celebración de la feria, con gente llegada de los sitios cercanos, llegaba a ascender hasta las setecientas personas.
Alain de Monéys era un gentil hombre de buena posición social en la comarca. Vivía en una localidad distante tres kilómetros de Hautefeye. A pesar de su status, trataba afablemente a todo el mundo, y dentro de lo que podía, no dudaba en ayudar a sus convecinos.
Atraído por la feria de ganado, decidió pasar el día en tan infausto lugar.
La Francia Rural fue muy leal con Napoleón Primero, por tanto, la llegada al poder de su sobrino fue asumida con ciertas expectativas. La mayoría de los residentes de las zonas rurales eran de condición evidentemente humilde y analfabeta. Por ello para ponerse al día con la evolución de la guerra tenían que recurrir a la gente con cierta educación, la mayoría noble, lo que condicionaba cierto resentimiento por su parte.
Alain de Monéys estaba presente en la taberna, acompañado de un joven aristócrata, el vizconde Camille Maillard Lafaye, hijo del alcalde de la ciudad de Beaussac, y parte de su círculo de amigos. En un momento determinado, se hizo el comentario público de que las cosas no iban tan bien como se proclamaba en la prensa oficial en la guerra contra Prusia, afirmando que las bajas en el ejército eran muy numerosas. Esta noticia enardeció a los presentes en contra del vizconde, quien optó por abandonar el recinto, acompañado de su comitiva. El desmedido fervor patriótico de todos los presentes, encendido por el excesivo alcohol consumido, les llevó a trasladar su enojo en contra de Alain de Monéys, enarbolando horcas, garrotes y hoces. Alain fue acusado de ser un traidor a la patria, un espía de Prusia y de ayudar en la financiación prusa contra Francia en la contienda bélica. Algo absurdo, cuando Alain era un hombre sumamente conocido en la región por su patriotismo hacia Napoleón III. En medio de esta discusión, fue rodeado por una multitud enloquecida.
Una combinación Mortal. (Ilustración Gráfica).
Acérquense a la barra del bar. Llegó el momento de tomarse el último chupito de la noche… JA, JA, JAAAA.
¡La alergia primaveral de Pechuga de Pollo Mutante y su relación indirecta con un personaje de la Matanza de Texas!
Dedicado a “Leather Face”, el auténtico, ¡jua, jua!
Mi destino es hallarte en el infierno. (My destiny is to find you in hell).
Año y medio de Escritos de Pesadilla desde su primer seguidor oficial. Una celebración entre penumbras…
Hola, estimados lectores y seguidores de Escritos. Hoy se cumple una singladura de dieciocho meses desde que este rinconcito del terror más insignificante tuviera a bien obtener el reconocimiento en forma de su primer seguidor oficial con avatar. Je, je. Son los 250 que figuran ahí arriba. Sin rubor. Sin temor a quedar marcados para siempre. Señalados por el dedo criticón de la sociedad en general.
En agradecimiento a estos seguidores, además de a quienes prefieren mantenerse en la discreción del anonimato va dedicado este sucinto post.
En estos tiempos, difíciles para mi mente trastornada, resulta difícil seguir con ánimos de teclear frente al procesador de textos para conformar alguna nueva historia. Igualmente cuesta lo suyo animarme a bosquejar los dibujitos con los que intento contrarrestar el desasosiego de los relatos con el humor gráfico.
Sinceramente, reconozco que es jodido que en mi entorno más cercano, no se me valoren mis relatos. Cuando comento a mis familiares, amigos y compañeros de trabajo la existencia de este blog, la mayoría se extraña que escriba. “¿Cómo es que se te da por escribir historias de miedo?”, suelen comentarme como si fuera una incoherencia, una cosa inútil, una pérdida de tiempo.
Todo esto, concentrado con la época que me toca vivir, que no me motiva en absoluto, me sume en una melancolía real, similar a la de las dos ilustraciones más recientemente publicadas.
“Ese es mi camino”.
“Puede”.
“Ahora”.
“A lo mejor”.
Diantres. Nunca se sabe.
Menuda manera de celebrar que al menos hay personas anónimas inmersas en el océano de internet interesadas en algunos de los renglones torcidos que escribo.
En fin, dejando la eterna amargura que me invade, con el cual me siento cada vez más identificado con mi idolatrado Poe, os dejo una chispa de mi Álter Ego Pechuga de Pollo Mutante.
Cada vez más cabreado, enojado, a punto de explotar como si fuera una maldita bomba de racimo, de las vendidas a Gadafi para que ahora este se ponga ciego matando a civiles…
Ilustración gráfica del relato "Compañeros de trabajo".
El dibujito está centrado en las penurias de la mujercita del desventurado Arthur…
Compañeros de trabajo.
Recuperación de un antiguo relato de Escritos. Ligeramente retocado, y reconvertido en un homenaje al cine barato de terror de los psicópatas de serie “B” de la actualidad.