Para entender la historia de la transformación del tierno y bondadoso conejito, primero empezar con el dibujo donde está normal, y a continuación seguir con su nueva personalidad, diabólicamente deliciosa.
humor gráfico terrorífico
¡Maldición! ¡Pechuga de Pollo Mutante recibe una herencia monstruosamente… risible! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
Infaustas andanzas de Croqueta Andarina en su preparación hacia las Olimpiadas de Salem.
Asistiendo a los exigentes entrenamientos diarios de Croqueta Andarina.
No hay ni medio día de descanso para la pobre…
No hay nada como recibir la lejana visita de un pariente para entrenar con más ganas.
Todos los entierros siempre son tristes, buaaaa…
No queda otra que levantar el ánimo a Croquetita.
En Escritos de Pesadilla nunca hay represalias contra los empleados que pidan aumento de sueldo… "Ji, ji. Lo bien que se me da mentir…"
¡Anna Montaña osando visitar Escritos de Pesadilla! Pero Pechuga de Pollo Mutante le pondrá en su sitio a la mocosa esta.
¡Comida saludable! ¡Ja! ¡Ja! ¡Y un pimiento! ¡Nada como la comida basura!
Gif gigante "El abuelito comilón".
Ay, qué sutil es Pechuga de Pollo Mutante versionando un clásico cuento infantil…
Si te da por conducir una apisonadora… sólo hazlo habiendo bebido agua del grifo.
Primero la nota clavada con chinchetas en el tablón de corcho dedicado a informar de las tareas diarias de mis empleados.
Trabajo encargado a mi fiel empleado Pechuga de Pollo Mutante. Para ello debía de emplear la apisonadora de rodillo delantero de tres toneladas.
Lo malo, es que antes de montar en la máquina, se le ocurrió acudir a la taberna gallega del Percebe Errabundo…
Sin darse cuenta, aplanó el camino, a la vez que despachurró a varios de mis visitantes. Entre ellos a:
¡Y sí! ¡Maldita sea! ¡A mí también me atropelló mientras iba camino del supermercado para comprarme una barra de pan para el bocadillo de chorizo de la merienda!
¡Gracias a Conejito Zombi, cenamos una vez cada medio año!
Es triste el tener que reconocerlo como Jefe Supremo de mis dominios malignos, amén como administrador principal y único de Escritos de Pesadilla: la Crisis que azota a los seres mortales, también nos ha alcanzado a nosotros, criaturas de podrida y nauseabunda vida eterna. Pasamos días y días sin poder probar bocado, noches de insomnio sin degustar un buen vaso de vino tinto en tetra brik, semanas sin deleitarnos con la bollería industrial, meses comiéndonos las uñas de los pies tratando en vano de engañar al estómago. Si no fuera por la colaboración desinteresada de Conejito Zombi en nuestra más reciente visita semestral al Hipermercado El Goloso Delgado, esta noche volveríamos a pasar hambre…