Recuperación de un antiguo relato de Escritos. Ligeramente retocado, y reconvertido en un homenaje al cine barato de terror de los psicópatas de serie “B” de la actualidad.
despido
Empleado Incompetente Merecidamente Despedido de Escritos de Pesadilla. (V)
Bueno, una semana más, un despido que se avecina. En este caso voy a recurrir a la ayuda inestimable de mi sobrinete Gurmesindo.
Gurmesindo: ¡Qué bien, estimado tío! ¡Mola mogollón eso de poner alguien en la calle!
Empleado Incompetente Merecidamente Despedido de Escritos de Pesadilla. (IV)
Nueva semana, y nueva víctima propiciatoria para el despido fulminante por parte de un servidor.
¡Cito al despacho del Jefazo de Escritos de Pesadilla, a la momia nacionalizada egipcia (pero de origen australiana) Patatotek Garbanzok VI!
¡Aligere el paso, por Dios! ¡Ya le vale lo de arrastrar los pies de manera tan lenta y lastimosa!
A ver, señor Garbanzok, ¿algo que alegar en contra de su despido?
(momia): Aggg…. Sindicato… Interponer reclamación…. Demanda… Conciliación… Acuerdo amistoso…
Bien, bien. Haga usted todo lo que le venga en gana a partir de ahora. Reconozco que me va a suponer un alivio desprenderme de sus patéticos servicios.
(momia): Ugggg… Firmar finiquito… “no conforme”… Abogado sindical… Denuncia… Pasta gansa… Derecho al paro… Descanso Eterno…
Eso mismo, repose su cuerpo y parte del alma durante sus meses de parado.
¡Y ahora salga de mi despacho! ¡Y con más garbo, carajo!
(momia): Oggg… Jefe sinvergüenza… Venganza… Maldición… Morir pronto…
Ya, a mí me vas a venir con esas. Las amenazas me las como entre pan y pan como si fuera un bocadillo de chorizo de Pamplona.
Bueno, por fin se ha largado el inútil este.
Por cierto, falta mi risa sardónica y despiadada tras haberle echado de la empresa…
Empleado Incompetente Merecidamente Despedido de Escritos de Pesadilla. (III)
La maquinaria de fulminar a los empleados más ineficaces de Escritos está en pleno funcionamiento. Más tras la firma de la ya famosa y gozosa Reforma Laboral.
¡VIVA!
¡SE PUEDE DESPEDIR A MANSALVA, Y A BAJO COSTE PARA EL EMPRESARIO!
¡Y SE FOMENTA EL TRABAJO BASURA!
En el caso que me corresponde abordar ahora mismo, condeno a Obdulio Todalavidaski Solteroski, de 235 años, a ser expulsado de mi hacienda y mis tierras para el resto de su risible existencia. Motivos de la rescisión del contrato de manera unilateral por el jefazo, Robert “El Maléfico”:
– Que ejerciendo las funciones de jardinero real, en los 85 últimos años ha dejado de regar mi colección de cactus predilectos desde el segundo día en que fuera contratado, recibiendo las oportunas quejas del delegado de los cactus, Pincho Mucho.
– Que alimentaba a las plantas carnívoras gigantes con hojas de lechuga putrefacta y cacahuetes rancios, causando bajas innecesarias en las dos salidas de emergencia donde están plantadas, que es por donde huyen los visitantes más cobardes y son convenientemente devorados por sus enormes fauces.
– Que en vez de utilizar las podaderas para recortar los setos agrestes del laberinto, prefería utilizar una tijeras de manicura, recuerdo de su mamá cuando era peluquera.
– Que la limpieza de los senderos y recogida de la hojarasca lo hacía cuando le daba la gana, alegando artritis en la joroba al tener que doblar el espinazo.
– Que su conducción cuando manejaba el cortacésped era peligroso para los huéspedes de Escritos, causando la mortandad de un siete por ciento de ellos en los últimos quince años.
– Que su torpe mente le hacía confundir los insecticidas con los sprays moldeadores de cabello, consiguiendo asfixiar a la hiedra venenosa que cubre gran parte de la fachada principal del castillo.
Por lo tanto, disponiendo de un período de prueba de 105 años, sin necesidad de preaviso, informo a don Obdulio Todalavidaski Solteroski, del final de su relación contractual con Escritos de Pesadilla.
JA JA JA
¡A EXHIBIR LA JOROBA EN OTRA PARTE! ¡TOMA YA!
Empleado Incompetente Merecidamente Despedido de Escritos de Pesadilla. (II)
¡Ja, JA, JAAA…!
Como jefazo de Escritos de Pesadilla, le estoy cogiendo el gustillo a esto de despedir a los sirvientes más inútiles. Me ahorro dinero y disgustos a partes iguales.
Ahora le toca el turno a uno de mis camareros más abominables: Teodorico Furgindo, más conocido por el sobrenombre de “Cara de Plastilina”. Cuando lo contraté hace siglo y medio, prometía mucho. Tenía a todos los críos y ancianos de la región asustados hasta el tuétano, pero con el paso de las décadas, se ha vuelto demasiado flemático y cortés. ¡Ya no aterroriza a nadie! ¡Ni siquiera a una paloma blanca de la paz! Está todo el día muy triste y melancólico, acordándose de la muchísimas ex novias espantadas por su aspecto una vez se mostraba cual era al salir desde detrás del biombo desde el cual se les presentaba en su primera cita a ciegas y de las muchas veces que le he rebajado el sueldo. Más bien se limita a atender la barra, aconsejando a los clientes que beban coca cola sin cafeína en vez de licores y cubatas, mientras a los fumadores les obsequiaba con parches de tabaco. Por este motivo, viendo su constante desmotivación a causar el mal ajeno, se le destituye del cargo.
¡Adiós, muchacho! ¡Que te contrate el fantasma errante de Al Capone, JA JA JA!
Empleado Incompetente Merecidamente Despedido de Escritos de Pesadilla. (I)
¡Ya estoy harto! ¡Mis trabajadores se están acomodando! Tienen un sueldazo impresionante de un euro y medio al mes y aún así la productividad del blog está casi por los suelos. No me queda otra alternativa nefanda que tomar cartas en el asunto. Visto el chollo de la nueva Reforma Laboral, he decidido darles un escarmiento. Voy a echar a la calle a los más ineficaces, pagándoles la ridícula indemnización correspondiente por sus muchísimos años de servicios, ja ja. Soy Robert “El Maléfico”. Seguro que después de despedir a unos cuantos, el resto se esforzará más por permanecer en la empresa. Además, hay mucho monstruo y tío feo en la cola del paro, anhelando encontrar un hueco libre dentro del espectáculo del terror y del miedo más pavoroso. Un poco de maquillaje y ya tengo el sustituto del primer damnificado: El zombi del jugador de golf, Eric La Point.
Ya lo sabes, Eric:
¡A GANARSE LOS GARBANZOS EN OTRO LADO, JA JA JA!