La artimaña

Estando dibujando un bosquejo de naturaleza muerta (un cesto de mimbre conteniendo fruta y verdura podrida) sobre el lienzo, percibí los pasos indecisos de Dominique a mis espaldas.
Me volví con el pincel entre los dedos de la mano derecha.
– Mi amo, siento mucho mi osadia del otro día -empezó a disculparse. – Es que soy un fanático de la ciencia ficción.
– Ya. Bueno, mientras no reincidas en el pecado, todo te irá bien. ¿Por cierto, cómo tienes la espalda?
– Ya sólo siento algunos cosquilleos.
– La próxima vez utilizaré las garras de Freddy Kruger. Recuérdamelo.
Dominique no quiso dar por concluída la breve conversación.
– ¿Hay algo más que quieras decirme, siervo de tercera categoría, con visos a descender en el ránking de lacayos tremebundos?
– Yo, para congraciarme con usted, mi amo, he tenido la voluntad de escribir un pequeño relato de terror.
– Hum. Veamos lo que me traes…
” En verdad que es muy breve. Pero tiene algo de nivel, dada tu corta inteligencia.
Veamos la opinión de los lectores. Si hay protestas generalizadas, no me quedará más remedio que seccionarte la mano derecha con un sable.
– Lo que usted diga, mi amo. Ya sabe que yo obedezco y padezco.

Era noche casi cerrada en pleno mes de noviembre. Hacía mucho frío, y casi no había transeúntes por las calles. Ella era una mujer bastante atractiva. Pero eso era lo de menos. Caminaba abrigada y presurosa por la acera. Sus ojos buscaban y miraban.
Pasados unos minutos eternos, vio un hombre joven que se acercaba. Venía andando no muy derecho. Vestía ropa de obrero de la refinería cercana. Seguro que acababa de salir de tomar unas pintas con sus compañeros, y ahora se encaminaba rumbo a su casa, dispuesto a entrar sin llamar la atención de su esposa e hijos, si es que acaso los tuviera.
El hombre no tardó mucho en fijarse en la silueta llamativa de la mujer.
Nada más hacerlo, ella se dejó caer sobre el frío suelo, desmayada.
El juerguista se acercó hacia el cuerpo tendido de la hermosa joven.
– ¿Se encuentra usted bien? – se interesó situándose de rodillas a su lado.
El rostro de la chica estaba lívido. Los ojos cerrados. Su pecho estaba inmóvil. Parecía no respirar.
En un gesto instintivo, el individuo sujetó la cabeza de la damisela por la nuca, presto a aplicarle el boca a boca.
Sus labios se arrimaron a los de ella.
En el momento de insuflarle su aliento, la mujer abrió con presteza su boca y lo examinó con los ojos abiertos.
Sus colmillos relucieron a la luz ambarina de la farola.
Antes de que su víctima pudiera decir nada, ya estaba alimentándose de su sangre…

14 comentarios en “La artimaña

  1. Muchas gracias por el comentario, obiwan1977. A mí también me encanta el mundo que envuelve a los vampiros. De vez en cuando escribo alguno acerca de esa temática. Aunque reconozco que sorprender es ya muy difícil. Un amigo mío me dijo: “es que todo ya está muy trillado”.Aunque nunca se sabe. A lo mejor se puede hacer algún tipo de refundación, estilo, el ataque del zombie vampiro, ja ja. Un fuerte saludo, compi.;=)

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  2. Robert…Ayyy, como me gustan los vampiros, y si son vampiras mejor, jeje. Como siempre muy bueno, amigo.Tambien queria darte las gracias por tu apoyo en la votación de los premios BOBs cuyo plazo acaba hoy. Muchisimas gracias de corazón.Un fuerte abrazo, mi estimado Poe

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  3. Gracias, Nela. La realidad es que la vampiresa era irresistible… Por eso Dominique escribió este relato, pues ella en realidad es su novia, ja ja. Lo tenía muy callado el muy ladino. Por eso no le corto la mano. Las buenas críticas de los lectores le están salvando de una buena.:)

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  4. Hola, Felix Casanova Briceño. De verdad, las vampiras son lo más interesante del mundo. Además cuando te convierten en su compañero, es para una muy larga y casi eterna vida, ja ja.En cuanto a mi respaldo a tu candidatura a los premios Bob´s, es lo menos que podemos hacer quien te seguimos. Tu blog es brillante y engancha un montón. Un fuerte saludo, compañero.:)

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  5. Ya, pero por mucho que insistas, Nikkita, no voy a subirle el sueldo. Bastante es que se libra de la pérdida de uno de sus extremidades superiores por las elogiosas críticas que le estais dando a este escritorzuelo, en nada comparado con su amo, que es un pérfido autor de relatos ultra asustadizas para quienes se atrevan a leerlos, hum.Aún así, te doy el besote igualmente. 🙂

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