Como diría cualquier solterón de vida eterna: “amores pegajosos, para las lechuzas y los osos”.
Unos minutos más tarde en el Pozo de la Muerte:
Como diría cualquier solterón de vida eterna: “amores pegajosos, para las lechuzas y los osos”.
En cuanto te descuidas, surge un leve hilo de amor en mi infernal sitio, y yo, Robert “El Maléfico”, sin poder impedirlo, snif, snif…