Este fin de semana corresponde un relato tremebundo. Abstenerse de leerlo si acaso tienen una ración de pizza en la mitad de la boca, ja ja.
Este fin de semana corresponde un relato tremebundo. Abstenerse de leerlo si acaso tienen una ración de pizza en la mitad de la boca, ja ja.
¡geniaaaaaallll! he dado con tu web de txurro, y a favoritos que va. zorionak, mutil! ;D
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La leche, si que ha sido tremebundo, si….
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Espeluznate! Te agrego un final: faltó que te comieras el cerdo.jjaja…Gracias por contarte entre mis seguidores.Un abrazo cordial.Elsa
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Hola, peioustarrazu. Gracias por tu comentario y por haberte pasado por Escritos aunque hayas aterrizado sin querer, je je. Ahora a no abandonar el barco, eh. En serio, recibe un saludo terrorífico desde este rincón desalmado. 😉
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Je, Nerea, dada la cortedad de tu comentario, me imagino que es debido a la fuerte impresión del relato, ja ja. A recuperarse con un vasito de leche con ron y miel. Un abrazo. 🙂
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¡Hola, Elsa! Bueno, el chico no lo menciona, pero me da que no le agradan mucho los cerdos. :DFaltaría menos que Escritos no se hubiera hecho seguidor de tu educativa web para adultos. Recibe un fuerte abrazo, y nos visitamos como buenos vecinos blogueros. 🙂 Eso si, siempre que entres aquí, te aconsejo un chaleco blindado y un estaca, ja ja.
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Qué bueno, los dibujos le dan un toque genial. Me he reído con este relato de terror…Eres un Sam Raimi de la literatura 🙂
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Desde luego… ya no voy a comer jamón ni nada de que venga de cerdos nunca más… jajajaUn saludo,Óliver.G
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¡Hola Virginia Mendoza! En Escritos estamos que no cabemos en gozo al saber que te ha gustado el relato. ¡Muy bien! ¡Eso si, eso no garantiza que luego puedas salir de aquí, je je! En serio, te damos la bienve a este particular castillo del terror. Se agradece tu gentileza al mencionar a un gran maestro como Clive Barker. Decirte que tienes acceso libre para repetir cuando quieras. Recibe un fuerte abrazo simbólico y la sonrisa pérfida y vampírica del administrador de tan infausto sitio. 😀
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¡Hola, Oliver! Por Dios, que el jamón de pata negra está de muerte… No en el sentido literal de los progenitores del protagonista del cuento, je je.Ya se te pasará el sustillo con un café bien cargado aderezado con estricnina de buena calidad.Un saludo y nos vemos por la blogosfera y esos directorios de la red global. 🙂
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Una vida terrible. Que tus padres sean pasto de los marranos… Tremenda historia. Y los dibus estan chulos. bye bye.
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hola Gracias por visitar mi blog y por participar de el, yo te he regalado +1 en tus post. Excelente blog aunque me da mucho miedo jajaja abrazo ser de luz
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Hola, hemisferionorte. No se, pero un final así se debe a que los miembros de tal familia feliz “eran de los rarillos”, je je.Gracias por pasarte por Escritos. Te has hecho merecedor a un bocata de arenques sin desalar. :)Nada, nada. Repite cuando quieras. 🙂
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¡Hola, Julieta! Mira que ya has sido valiente atreviéndote a traspasar las puertas principales de este castillo del mal con un pedazo corazón más grande que King Kong antes de jubilarse.Sólo por eso, eres socia honorífica del club. Eso garantiza que cada vez que entres en Escritos, te asustarás con los relatos o los dibujos, pero nadie te saltará al cuello para chuparte la sangre, y mucho menos zamparte el cerebro, ja ja.Recibe fuerte abrazo de parte del administrador, Robert El Maléfico. Y nos seguiremos leyendo mutuamente. 😉
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