La webcam de Peter

Bueno, con mucho retraso, tengo que agradecer a las compañeras y compañeros que han tenido a bien considerar mi rinconcito como merecedor de más premios blogueriles.
Para ellos va dedicado este relato tremebundo.
– Si no se peina usted bien, ni se ducha desde las pasadas navidades, los invitados huirán en desbandada antes de querer escuchar el puñetero relato dedicado.
Este Dominique. En fin, para tu desilusión, acabo de bañarme a fondo esta misma medianoche, y me he echado dos litros de colonia cabeza abajo antes de secarme, así que vete a otra parte del castillo. Que seguro que tienes un montón de tareas indispensables que ejecutar.
– Qué borde de jefe tenemos, bof.

A continuación cito los premios y las personas que me los han otorgado.

PREMIO PRINCESA.

“Ven y tómate un café con cafeína”, de la asustadiza compi, Cafeína
“Lo nuestro es puro teatro”, del compañero Rodrigo.

PREMIO “VALE LA PENA”.

“La escribiente mariposa”, de la compañera de fatigas literaria, Andri Alba.
“Sal o Pimienta”, de la amiga bloguera, Meg.
“El Mirador de la Red”, del compañero Oskar.

A todos ellos mi agradecimiento. Espero que se deleiten con el relato que viene de seguido, je je.

Natalia llevaba un cuarto de hora conectada al Messenger, cuando surgió en la parte inferior de la derecha de la barra de tareas el recuadro de conexión de la cuenta de Peter.

Tardó diez segundos en desaparecer de la pantalla. Lo agradeció. Estaba harta de las impertinencias de su amigo. Sobre todo desde que ella rechazase su petición de salir juntos como novios. De eso hacía ya quince días.
Peter era un chico algo extraño. En ella le fascinaba su estilo gótico y el espíritu pesimista que emanaba de su personalidad. Lo conoció a principios del nuevo curso en el Instituto. Quedaban en los descansos para reunirse en la cafetería. Y alguna vez habían acudido juntos a algún concierto de grupos góticos locales. Jamás lo había invitado a su propia casa, e igualmente tal propuesta nunca había surgido de Peter con respecto a la suya. Aunque tuvieron una temporada que chateaban por el Messenger. Hasta que le llegó la propuesta del chico que solicitaba una relación más seria que la casual y más allá de la mera amistad. Desde el rechazo de Natalia, no habían vuelto a comunicarse por el ordenador. Últimamente Peter no se conectaba desde la ruptura de su amistad, facilitando con ello el descuido de Natalia al dejar de borrarle en su lista de contactos.

Hasta la tarde de hoy. A Natalia le molestó sobremanera que Peter estuviera conectado. Y más al parecer que este deseaba establecer contacto directo con ella. En la barra de tareas estaba el icono del contacto de Peter resaltando, confirmando que estaba en directo y solicitando el permiso para chatear. Natalia pinchó con el curso en el recuadro, abriendo la ventana del Messenger, dispuesta a decirle a Peter que ya no tenía ningún sentido continuar hablando, que no quería saber más de él y de sus vicisitudes personales.

En la pantalla ya estaba escrito lo siguiente:

Peter dijo (22:15):
Natalia. Esto es el final. Te lo comunico para que lo sepas, y no tengas remordimientos. Esta situación no llega por tu culpa. Es algo intrínseco mío. Afortunadamente, conozco la solución para remediar esta circunstancia. Lo único que te pido es que conectes la webcam. Tengo que mostrarte algo antes de abandonarte.

Natalia leyó el mensaje consternada. La petición de acceso a su cámara web surgió en una nueva ventana.
Se dispuso a contestar.

Natalia dijo (22:17):
Peter. Pasamos una temporada juntos como simples colegas. Ese período ya queda atrás. Ahora seamos adultos. Búscate nuevas amistades. Eres más abierto de lo que pareces, y no dudo que conseguirás abrirte camino hasta un nuevo grupo de personas afines a tus gustos personales.

El muchacho no tardó en replicar.

Peter dijo (22:19):
Natalia. Solo te estoy pidiendo que conectes tu webcam. Tengo que mostrarte algo, antes de decirte adiós. Considéralo una última solicitud como amigo tuyo que era hasta hace dos semanas.

Natalia suspiró, dispuesta a verle por última vez.

Natalia dijo (22:20):
De acuerdo. Pero luego te desconectas para siempre.
Peter dijo (22:21):
Así será.

Ambas pantallas de las dos webcams surgieron en el lado izquierdo de la ventana del Messenger. En la parte superior, la webcam de Peter. En la inferior, la de Natalia.
La de Natalia estaba bien iluminada, apreciándose su imagen con suma claridad.
En la de Peter, la fisionomía del chico surgía entre penumbras. Hizo acercar su silla a la mesa del escritorio, para que saliera mejor reflejado por el zoom de la lente. Cuando se reubicó contra el respaldo de la silla, se quedó mirando hacia Natalia, sonriendo con desgana.
Natalia permaneció absorta frente a la imagen del chico. Estaba intrigada por la especie de despedida que iba a tributarle.
Vio sus brazos arremangados hasta los codos. Peter buscó algo sobre la mesa. Era un cúter. Se lo enseñó.
Tecleó algo en la pantalla.

Peter dijo (22:25):
Es muy poderoso. Hasta ahora he podido contenerme. Pero estoy ya tan debilitado por dentro que tengo que arrebatarlo de mi cuerpo.

Natalia contempló horrorizada cómo Peter se llevaba el filo del cúter hacia el antebrazo derecho, y apretando los dientes, empezó a dibujar una cruz sobre la piel.
La chica se puso a teclear, frenética.

Natalia dijo (22:27):
¡No sigas! Te VAS A HACER MUCHO DAÑO.

Peter contempló la pantalla de su monitor con el rostro medio oculto por las sombras de su habitación. Trasladó el cúter a la mano contraria y se puso a autolesionarse el antebrazo izquierdo, trazando dos o tres cruces, hasta hacer relucir la sangre por los cortes.
Natalia estaba terriblemente desconcertada por el inadmisible comportamiento de Peter.
Este hizo surgir el rostro frente a la webcam. Apretó el cúter contra las mejillas y luego sobre la frente, marcándolas con nuevas cruces.
En ese instante, Natalia se fijó que eran cruces invertidas.
El chico dejó la herramienta sobre el escritorio y pulsó las teclas del teclado, con la sangre corriéndole por la cara y las extremidades superiores.
Natalia miró su propia pantalla, sobresaltada por la actuación del joven.

Peter dijo (22:30):
La bestia ha morado en mí demasiado tiempo. No entiendo cómo he sido capaz de controlarlo sin que incidiera en mí de cara al exterior. Pero llevo muchos meses escuchando sus voces. En ellas se me insiste que soy su capricho personal. Que van a arruinar mi existencia. Que se van a divertir con mis padecimientos. Que empezarán poco a poco. Soy joven y físicamente muy resistente. No les corre prisa. Ellos que llevan milenios malditos, bien pueden esperar meses o años antes de condenarme al castigo eterno.

El rostro contorsionado de Peter se acercó por completo a la lente de la cámara. Natalia observó cómo aproximaba las manos hacia el objetivo.
Segundos después se cortó el envío de imágenes. Se había perdido la señal.
La chica abandonó su habitación gritando. Se dirigió con prontitud hacia la estancia donde estaban sus padres, implorándoles que llamaran a la policía. Tenían que acudir a casa de Peter antes de que este culminara su locura.
Mientras Natalia estaba siendo consolada por su madre, con su padre al teléfono, tratando de convencer a la policía de la necesidad de que mandaran una patrulla a la dirección donde residía Peter, en la habitación de su propia hija resurgió la imagen de Peter en la pantalla del ordenador. No estaba en la webcam del muchacho. Su rostro contrito y enloquecido estaba pegado frente a la cámara de Natalia, como si estuviera ocupando su sitio en la estancia de la muchacha. Sonreía de una manera demencial, con la punta de la lengua asomando entre los dientes.

En el chat del Messenger surgieron unas palabras:

Peter dijo (22:37):
Hazlo, perra. Mándamelos. Estoy preparado para recibirlos. Y cuando lleguen, morirán.
Y te juro que serán los primeros de una larga lista, antes de que logren sacarnos del cuerpo del muchacho…

20 comentarios en “La webcam de Peter

  1. mare mía… no vuelvo a conectar el messenger nunca más!!! jajajaja uff.. en fin gracias por la dedicatoria 😉 ahora digo yo: “de ande .. oño te salen las ideas par escribir estas historias joio??? besotes eres genial.

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  2. Dios, buen relato es muy poco decir. Yo estoy enamorada de ti ahora que te he leído. jajajajaja. Na, es broma, pero me ha encantado. Me ha captado brutalmente. Imagino una cosa así para mi, y creo que moriría del susto. De los que he leído, este es fascinante.Un abrazo,AndriToy asustada!!!!!

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  3. Gracias, nuevamente, Thundergirl. A este paso de voy a tener que ofrecer vacaciones pagadas en la suite de la almena sur, con vistas a la ciénaga pestilente. Te aseguro que es la pieza más solicitada de los aposentos del castillo. Y siempre pasada la una de la madrugada, se recibe la visita de tres fantasmas del siglo I Anno Domini. Un fuerte abrazo, compañera. Eres una campeoana. 🙂

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  4. Gracias Rodrigo por el comentario. Estoy contento al ver que te ha gustado. Es lo mínimo por haberme dado el premio. En cuanto a la webcam, la mía me salió rana, y no funciona como Dios manda, así que creo librarme de la maldición, ja ja. Un fuerte abrazo, compi.

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  5. Bienvenida, Cafeína. Me diste un premio, y yo te doy a cambio un sustazo de aúpa, ja ja. En fin, las ideas salen de mi coco. Ojalá hubiera conocido a Ed Wood. Siendo yo su guionista, seguro que no hubiera salido el peor director de cine de toda la historia, ;). Recibe un abrazo de cocodrilo vegetariano.

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  6. Hola, Andri. En primer lugar darte las gracias por el megapremio que me diste. Eres supermaja por ello. Por tanto te correspondía un relato dedicado. Estoy feliz de haberte asustado un pelín, pues ese era el propósito. Y gracias por enamorarte ficticiamente, ja ja. Nos seguimos leyendo mutuamente. Un besote. Y una sonrisa diabólica, 🙂

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  7. Toc, toc, ¿se puede? ñiaaammm, jo que puerta tan oxidada. Me ha producido verdadero horror porque en ocasiones la realidad supera la ficción, esa que tan bien escribes, aunque estos macabros sucesos a buen seguro que no tardarán en llegar, y tu fuiste el pionero. jajaja gritaban los demonios con voz de ultratumba “Mandamelos perraaaa” jo, que acoj@@@ de pensarlo. Pobres policias, que miedito. Como siempre, nunca defraudas estimado Poe, ya quisiera pasar con más frecuencia por tu castillo pero voto a brios que lo haré. Esto son auténticas joyas.Un fuerte abrazo

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  8. Hola, Felix. Es un honor para mí que de nuevo te hayas atrevido a aventurarte por el puente sobre el foso de los peces lobo para luego cruzar bajo el dintel de la puerta principal de mi castillo, ja ja.Si, los pobres policías tuvieron un final un poco truculento. Pero finalmente se envió un tanque y volaron el edificio entero por los aires, con los demonios incluídos, je.Recibe un fuerte abrazo, compañero.

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  9. Por lo visto hay personas mas anormales que yo!!! jeje… por lo menos no paso de conversar con lucifer (es broma), muy bueno el relato, solo que podria crear polemicas con la comunidad gotica. Saludos de ultratumba!!!

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  10. Hola, Enrique. Bueno, lo del exorcista ya pasó a mejor vida. Ahora el Mal Eterno ya se manifiesta por los medios más modernos, je je. En cuanto a la comunidad gótica, la respeto como debe ser. Al chico le sucede eso, y no refleja que los góticos adoren al diablo. Es como si porque un policía asesina a alguien, todos los policías son asesinos. Si no pudiéramos individualizar en la literatura, entonces no podríamos escribir de nadie nada. Un fuerte abrazo, y a darle a tu blog, que es super interesante.

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