Simplemente hago público el merecido certificado entregado a Escritos de Pesadilla por parte de un representante del Gobierno, donde se reconoce nuestro sacrificio personal y salarial por seguir a rajatabla las directrices de la súper molona Reforma Laboral.
Y la reacción plena de felicidad por parte de uno de mis empleados, en este caso, la Pechuga de Pollo Mutante.