Y por consiguiente, los pocos humanos que sobrevivan ante semejante catástrofe deberán de avezarse en las tácticas defensivas ante los ataques furibundos de zombies cabreados por haberla diñado y sin embargo enterarse que no disfrutaban del reposo eterno, si no de una hambre canina súper caníbal. Vamos, que se pirran por la suculenta carne humana, sus cerebros y el resto de entrañas… Buf…
Así que vayamos al meollo del asunto.
Si te ataca un zombie mientras estás desayunando en la cocina de tu casa, ¿cómo reaccionarías?
1.- Le invitaría a un par de huevos fritos con salchichas.
2.- Le leo un párrafo de cualquier libro del Dragó.
3.- Le hago cosquillas en el sobaco, y mientras se descojona, me piro del lugar echando leches.
4.- Como soy un domador de paquidermos, consigo que Trompetita, mi elefante de treinta años le haga diez o quince pasadas sobre el espinazo.
5.- Conecto la tele de la cocina y le dejo viendo la publicidad.
6.- Como última solución, aprovechando que llega la suegra, simulo que también soy un zombie y le pego un bocado en el antebrazo derecho a la pobre mujer, para así pasar de posible presa, a depredador.
En fin, esta es la primera de las situaciones.
Decidan la más apropiada para sus intereses, y si se les ocurre alguna otra treta anti-zombies, no duden en postearla.
Que sean felices.